En la anterior entrada que hemos dedicado a este plato “universal”,
os conté un poco del origen de las albóndigas y que originariamente su nombre
procede del árabe.
Bueno pues rebuscando un poco más he encontrado una pequeña “leyenda”
sobre los inicios de las mismas. Se cuenta que el sultán Suleiman Kanuni, más
conocido en castellano como Solimán el magnífico iba a lomos de su caballo
cuando de repente tropezó y se cayó del mismo. De dicho golpe se rompió bastantes
dientes haciéndole imposible morder y degustar la carnes. Su esposa, Roxelana, obligo
a los cocineros que picasen en todas las comidas la carne de cordero para que
su marido pudiese seguir degustando dicho manjar. De tal manera que
los cocineros se estuvieron media vida triturando la carne para rellenar
berenjenas, calabacines y realizar las albóndigas de carne de cordero.
Esta es una de las muchas historias que se cuenta sobre este
plato. Ahora vamos a destacar una curiosidad, al principio no se les acompañaba
de salsa de tomate, puesto que, el tomate fue introducido en España después de
la Conquista de América.
Ingredientes
1kg de carne picada,
al gusto: de ternera, de cerdo, mezcla de ambas. Yo utilizo últimamente de
pavo.
Cebolla
Ajo
Pimiento Verde
Tomate
Tomate triturado al natural envasado.
Zanahoria
Perejil
Huevo
Pimienta
Pan rallado
Harina
Aceite de Oliva
1 cucharada de azúcar y una cucharada de sal.
Elaboración
Tenemos que dejar la carne picada en maceración con todos
los ingredientes durante un día.
Para la carne:
Picamos la cebolla y el ajo muy menuditos, y lo mezclamos con
la carne picada, también el huevo, el perejil, la sal y el pan rallado. Ya lo
tenemos listo para que repose durante un día.
Cuando ya ha macerado, lo que vamos a hacer es preparar las
albóndigas, vamos redondeando pedacitos de la mezcla hasta darles la forma de
bolita y las untamos con harina. En una sartén ponemos aceite a calentar,
cuando esté caliente vamos echando las
albóndigas en ella y las freímos hasta
que estén doraditas por fuera.
Para la salsa de tomate:
Mientras las bolitas se van friendo vamos a ir picando
nuestra base de verduras, la cebolla, el pimiento, la zanahoria y el tomate. En
el mismo aceite en el que hemos frito las albóndigas vamos haciendo el sofrito
de nuestras verduras, primero echamos la cebolla y la condimentamos. Cuando
este pochadita introducimos la zanahoria, dejamos pochar y añadimos el pimiento
y hacemos lo mismo con el tomate.
Una vez que toda la verdura esta bien pochada vamos a añadir
nuestro tomate triturado al natural en ese mismo recipiente. Le añadimos una
cucharada de sal y la misma cantidad de azúcar, para restar la acidez que tiene
el tomate.
Lo dejamos hacerse a fuego lento y con ebullición.
Una vez que la salsa ha cogido color y consistencia la vamos
a pasar por el pasapurés, o si preferís una salsa un poco más pastosa podéis
pasarla por la batidora.
Una vez que ya la hemos triturado y nos queda una salsa lisa
y sin tropezones de verdura ,en una cazuela la vertemos y en ella las albóndigas
y las dejamos cocer unos 5 o 10 minutos a fuego suave.
Y listo para degustar.
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